Un
Barco
llamado
Comunidad
Barco
llamado
Comunidad
Congregación Evangélica Alemana de Asunción
¡Sentís que “tu corazón débil vacila sin cesar y que es como una nave sin timón en turbulento mar”?
¿Atravesás un mar embravecido y temes que las olas y el viento impetuoso te hundan?
¿Te preguntas por el rumbo que has de tomar pero todos los consejos solo te alejan más de la meta?
Creemos que el Servicio Divino es el alma de cada comunidad cristiana; ocupa el centro de su vida: Dios mismo se dispone a servirnos lo mejor que tiene: Su Palabra que da vida, su Evangelio anunciado a viva voz y experimentado en los Sacramentos.
Nuestro pastor se llama Michael Nachtrab. Él está a tu disposción si necesitás
cura de almas
pastoreo en las diferentes situaciones de la vida (hospital, cárcel, duelo, etc.)
confesarte y oír el perdón de parte de Dios
escuchar las razones de la esperanza que tenemos como cristianos
Estamos en el corazón de Asunción, en el vibrante y a la vez pintoresco y arbolado barrio Las Mercedes, a pocos metros de las Avenidas España, Gral. Santos y Mcal. Lopez.
Una vez llegado aquí, te acogerá un lugar de mucha paz - según comentan los visitantes que pasaron por aquí; otros hablan de una isla serena en medio de un mar embravecido. Pero te dejaremos a ti como describir el predio de la congregación.
Dr. Cayo Romero Pereira 424, Las Mercedes | Asunción
¿No estás bautizado?
¿Nunca tomaste la Santa Cena y/o querés entender de que se trata?
¿Querés ser miembro activo de la congregación?
¿Querés recibir la bendición nupcial en nuestro templo?
¿Quierés saber de otras actividades que tienen lugar en nuestra congregación?
Para más información:
La Congregación Evangélica Alemana fue fundada un 16 de enero 1893AD por inmigrantes alemanes.
Somos una congregación de tradición luterana, por lo cual confesamos nuestra fe con los Credos de la Iglesia Antigua (Credo Niceno, Credo Apostólico y Credo de Atanasio) y nos adherimos a la Confesión de Augsburgo (1530) y la Declaración Teólogica de Barmen (1934). Estamos adheridos a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
Somos un barco llamado comunidad. Y en nuestro barco siempre hay lugar, porque su verdadero capitán es Aquel que calma la tempestad (Marcos 4:35-41) y que dio su vida “en rescate por muchos” (Marcos 10:45).
Nuestra vida es como un viaje. Pues así como los marineros de antes tenían el puerto al que dirigían su viaje, para poder llegar a él y arribar sanos y salvos y fuera de todo peligro, así también se nos ha hecho a nosotros la promesa de la vida eterna, para que descansemos en ella como en un puerto, tranquilos y seguros. Pero como la nave en la que somos guiados es débil y quisieran entrar a cubrirnos grandes, violentos, peligrosos e impetuosos vientos, intemperies y olas, necesitamos realmente un patrón y capitán inteligente y hábil que gobierne y guíe la nave con su consejo y entendimiento para que no se estrelle contra un acantilado rocoso o incluso se hunda y perezca.
Martin Lutero